Visitar Sicilia es obligatorio… ¡al menos una vez en la vida! Esta isla italiana tiene un encanto especial, no sólo en las conocidas ciudades de Palermo, Catania o Siracusa, sino en los pequeños pueblos y villas que se pueden descubrir a lo largo de la costa jónica. La frescura de las aguas del Mediterráneo, la sal de las olas rompiendo contra las rocas de los pantalanes y la luz en los ojos de los visitantes de la isla inspiraron en gran medida el diseño de las Fresh Syracuse.
¿Quieres recorrer con nosotras virtualmente las calles y edificios que nos quitaron el aliento cuando visitamos Siracusa y que sirvieron de fundamento del diseño de una de nuestras EYO más deslumbrantes? Síguenos y nos transportamos a los maravillosos rincones de esta maravillosa isla italiana.
Isla de Ortigia
Isla de Ortigia es la ciudad más vieja de Siracusa y uno de los distritos más atractivos del municipio. Cuando pasas el puente que une Ortigia con la ciudad, ya puedes apreciar el ambiente encantador y calmado que reina en esa parte de la urbe. El acceso lo recomendamos a pie, puesto que la mayor parte de la isla es peatonal y algunas plazas de parking están reservadas para residentes. A pesar de eso, existen varios parkings de pago para poder dejar tu vehículo y disfrutar caminando de la isla.
Las calles de esta pequeña isla tienen un encanto muy peculiar, y es la ilusión en los ojos de sus habitantes y visitantes lo que principalmente inspiró la creación de las Syracuse. La redondez de las piedras de la playa, las líneas asimétricas que caracterizan las líneas del puerto. ¡Ah! Y no te puedes perder la fortaleza militar por excelencia de Ortigia, el Castello Maniace. Del siglo XIII con muros de piedra, torres circulares y unas impresionantes vistas al mar.
Templo de Apolo
Una vez resuelto el tema del aparcamiento, nada más acceder a Ortigia cruzando el puente, en el paseo XXV de Julio, encontrarás las grandes ruinas del templo de Apolo. Un tesoro encontrado por Cavallari en 1862 tras una excavación. Pasó tantas transformaciones a lo largo de la historia que tuvieron que desmantelar un cuartel español y las casuchas de época medieval para encontrar los muros del templo… ¡y menudo descubrimiento!
Como curiosidad, el templo de Apolo ha pasado por casi todas las religiones del área mediterránea: desde la mitología grecorromana a iglesia bizantina, iglesia católica, mezquita árabe y basílica normanda… ¡Toda una mezcla de culturas y transformaciones arquitectónicas!
Mercado de Siracusa
Si vas por la mañana, en la misma Isla de Ortigia se puede encontrar un mercado de artesanía y productos de proximidad. Alimentación local, fantástico escenario para darse un paseo y comprar y probar alguno de los productos típicos de la isla y del sur de Italia. El carácter vivo y alegre de los autóctonos hace del mercado de Ortigia un lugar maravilloso: gritos anunciando los productos, gran abanico de posibilidades y opciones para comprar… Sicilia en estado puro.
Fuente de Aretusa
En plena Ortigia se puede visitar el bastión donde encontramos la Fuente Aretusa, uno de los grandes atractivos turísticos de la ciudad. Sobre un terraza que domina el puerto que mira hacia el Mediterráneo, es uno de los lugares que nos traslada al pasado de Siracusa.
De origen grecorromano, el nombre de la fuente proviene de la mitología griega. Aretusa era una ninfa que Artemisa convirtió en fuente para ayudarla a escapar del acoso de Alfeo, hijo del dios del Océano. Sin embargo, escapar no fue posible ni convirtiéndose en fuente, porque Alfeo se transformó en río y discurrió fundiéndose en las aguas de Aretusa… En fin, ¡demasiado insistente este Alfeo para los tiempos que corren!
Piazza del duomo
Sobre la parte más alta de la península de Ortigia se planificó y construyó la Piazza del Duomo, en forma de elipse. Esta plaza contiene los edificios más representativos de una ciudad italiana: el duomo, los palacios y los museos. En este caso, podrás visitar la preciosa Iglesia de Santa Lucía alla Badia, el Palacio Senatoriale, el consistorio de la ciudad, el Palacio Beneventano del Bosco, el palacio del ex-museo arqueológico y el palacio arzobispal.
Este espacio urbanístico es el epicentro de la ciudad, donde antiguamente y en la actualidad discurre la vida social y religiosa de Siracusa. Vale la pena visitarlo y disfrutar un buen rato de la plaza y de los edificios que la envuelven. El especial brillo de esta parte de la ciudad de noche y el carisma de sus gentes fueron la base sobre las que creamos las Fresh Syracuse.
Parque arqueológico de Neapolis
Al norte de la ciudad de Siracusa, en el Viale Paradiso, encontramos el Parque Arqueológico de Neapolis. Una vez se acceda a las instalaciones, se pueden admirar los siguientes edificios de gran belleza:
- El anfiteatro romano, esculpido mayoritariamente en roca y que, en el pasado, albergaba animales salvajes y luchas entre gladiadores.
- Enorme teatro giego con capacidad para más de 20.000 personas.
- Altar de Hierón II, dedicado al dios más importante de la mitología, Zeus, y utilizado en otros tiempos para sacrificios de animales.
- Oreja de Dionisio, antigua cantera de piedra caliza con más de 20 metros de altura. Su nombre es debido a la forma de la cantera, que parece una oreja gigante.
Santuario Madonna delle Lacrime
Un santuario mariano y una basílica menor. Dividido en dos niveles, podemos disfrutar de la basílica en la parte superior y de la cripta en la inferior. El templo superior es de planta circular y tiene capacidad para unas 11.000 personas.
Alrededor del perímetro se encuentran 16 capillas y, en el centro, un altar de mármol blanco de piedra de Módica, tallada por Giancarlo Marchese, y que alberga la imagen de la Madonna delle Lacrime. Se dice que en 1953 se produjo un episodio de lacrimación de una imagen de la Virgen María en ese lugar.
En definitiva, ¡visitar Siracusa es fundamental! Aunque gran parte de los monumentos e historia de la ciudad se halla en la Isla de Ortigia, no puedes perderte las rutas gastronómicas del sur de Italia, las villas de Sicilia y la deslumbrante personalidad de los sicilianos.